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La igualdad de género en el entorno empresarial no solo es un imperativo ético, sino también una estrategia de negocio inteligente.
Estudios han demostrado que las organizaciones que promueven la igualdad de género y el liderazgo femenino son más innovadoras, eficientes y rentables.
Este es un tema que me apasiona y con el que he estado trabajando durante más de 12 años, lo que me ha permitido explorar no solo el contexto histórico, sino el impacto y los beneficios de la igualdad de género, así como revisar estudios y estadísticas actuales que respaldan estas afirmaciones.
Históricamente, las mujeres hemos enfrentado barreras significativas en el ámbito laboral. Aún me sorprende leer en redes sociales a personas, tanto hombres como mujeres, que parecen desconocer esta realidad solo porque no la ven en su propio entorno, viviendo en una burbuja. Las mujeres hemos sufrido segregación ocupacional en casi todas las industrias y la brecha salarial de género es indiscutible.
Hemos tenido que luchar constantemente por la igualdad de oportunidades, y quiero aprovechar estas líneas para agradecer a todas aquellas generaciones de mujeres que comenzaron este movimiento antes que nosotras, permitiendo que en las últimas décadas hayamos tenido un cambio notable con más empresas reconociendo los beneficios de una fuerza laboral diversa e inclusiva.
La igualdad de género implica proporcionar a hombres y mujeres las mismas oportunidades, derechos y obligaciones en el trabajo. Dependiendo del país, la industria y la empresa poco a poco hemos visto pasos positivos. Estos cambios han sido impulsados en gran medida por movimientos sociales en todo el mundo que han motivado cambios legislativos destinados a eliminar la discriminación y promover la igualdad.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, y es crucial que las organizaciones sigan comprometidas con esta causa y que sigamos educando al público en general, ya que a la fecha, aún ganamos menos que nuestros pares.
Promover la igualdad de género tiene múltiples beneficios, tanto para las organizaciones como para la sociedad en general. A continuación, detallo algunos de los impactos más significativos:
Diversidad de Pensamiento: Equipos diversos aportan diferentes perspectivas, fomentando la creatividad y la innovación. La diversidad en el pensamiento es fundamental para resolver problemas complejos y desarrollar soluciones innovadoras. A mi me encantra trabajar en equipos diversos ya que noto claramente que no existe tanto el “Group Thinking” como cuando todas somos mujeres o como cuando leo acerca de decisiones tomadas solo por hombres y como llegaron a esa conclusión. Usualmente en grupos homogéneos, una persona habla y todos concuerdan y no por sumisos sino porque en realidad piensan así. Con diversidad se exploran otros ángulos y se pueden prevenir y solucionar problemas.
Mejora en la Toma de Decisiones: La inclusión de mujeres en roles de liderazgo mejora la calidad de las decisiones empresariales. Diversos estudios han demostrado que las juntas directivas con una representación equilibrada de género tienden a tomar decisiones más informadas y equilibradas. Este punto va de la mano con el punto anteior. Entre más puntos de vista tengamos, mejor análisis se hace.
Aumento de la Rentabilidad: Estudios de McKinsey & Company han mostrado que las empresas con mayor diversidad de género tienen un 21% más de probabilidades de obtener beneficios superiores al promedio. Esto se debe a que la diversidad de género puede conducir a una mejor comprensión de los mercados y los clientes.
Retención de Talento: Las empresas que promueven la igualdad de género tienden a atraer y retener mejor el talento. Los empleados valoran trabajar en un entorno inclusivo donde se valoren sus contribuciones independientemente de su género. Estas empresas usualmente incluyen cultura inclusiva, medidas para apoyar a madres, programas de capacitaciones y mentoría, igualdad de promociones y salario, etc.
Mejor Imagen Corporativa: Las empresas que promueven la igualdad de género son vistas como líderes en responsabilidad social corporativa, lo que puede mejorar su reputación y atraer a consumidores que valoran la igualdad y la justicia social.
Un excelente ejemplo de compromiso con la igualdad de género en Panamá es el Sello de Igualdad de Género, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES). Este sello reconoce a las empresas que implementan políticas efectivas para promover la igualdad de género y crear ambientes laborales inclusivos.
Las empresas en nuestra región muchas veces cumplen con las condiciones necesarias para poder solicitar este Sello. Sin embargo, no han ordenado ni medido todas las acciones que hacen en favor de las mujeres. En este sentido, recomiendo hacer una auditoría de su realidad y, de la mano de un experto, presentar todas las iniciativas y políticas de manera estructurada.
En Elevel Group, estamos aquí para ayudar a las empresas a evaluar y optimizar sus prácticas de igualdad de género, asegurando que no solo cumplan con los requisitos, sino que también maximicen su impacto positivo en el entorno laboral.
Implementar la igualdad de género en una organización requiere un compromiso estratégico y una acción continua.
Aquí hay algunas estrategias efectivas con las que hemos ayudado a nuestros clientes en Elevel Group interesados en promover la igualdad de género:
Políticas de Igualdad: Desarrollar y aplicar políticas que promuevan la igualdad de género y eliminen cualquier forma de discriminación. Esto incluye políticas de contratación, promoción y remuneración equitativa trabjando de la mando con el Departamento de Recursos Humanos.
Programas de Capacitación: Implementar programas de capacitación y desarrollo enfocados en la igualdad de género y el liderazgo femenino. Estos programas deben abordar temas como el sesgo inconsciente, el desarrollo de habilidades de liderazgo y la creación de un entorno de trabajo inclusivo.
Mentoría y Redes de Apoyo: Crear programas de mentoría y redes de apoyo para mujeres dentro de la organización. Estas iniciativas pueden ayudar a las mujeres a desarrollar sus habilidades, construir relaciones y avanzar en sus carreras. En mi experiencia, este es el paso más difícil en muchas organizaciones. Estas mentoras también deben estar capacitadas para ejercer este rol.
Medición y Evaluación: Establecer métricas claras para medir el progreso hacia la igualdad de género y realizar evaluaciones periódicas. Esto permite a la organización identificar áreas de mejora y ajustar sus estrategias según sea necesario.
La igualdad de género y el liderazgo femenino no son solo cuestiones de justicia social, sino también palancas clave para el éxito organizacional.
Las empresas deben comprometerse a derribar las barreras que impiden a las mujeres alcanzar su máximo potencial, creando entornos inclusivos donde todos puedan prosperar.
Al hacerlo, no solo contribuirán a una sociedad más justa, sino que también se beneficiarán de un rendimiento empresarial mejorado y un crecimiento sostenible.