Consejos para Vivir con un Solo Ingreso: Planificación Financiera Familiar

La vida laboral de las mujeres es complicada. Queremos llegar a los puestos más altos a niveles corporativos pero a la vez queremos pasar tiempo con nuestros hijos especialmente cuando son chicos. 

Estoy segura que si trabajas y tienes hijos te has preguntado más de una vez si realmente puedes suspender tu carrera por un tiempo para estar con ellos. Y aunque estoy hablando de mujeres en este artículo, lo cierto es que esta idea también se la plantean hombres y ya vemos la tendencia en Europa y Estados Unidos. Estoy segura que en los próximos años lo veremos en Latinoamérica. 

Si esta idea está rondando tu cabeza,  te comparto 11 sugerencias para que puedas planificar la vida con un solo ingreso:

1. Mantén una conversación abierta y sincera con tu pareja: La decisión de que uno de los dos deje de trabajar es crucial para la familia. Ambos deben comprometerse con el nuevo estilo de vida y estar dispuestos a realizar ajustes.

2. Planifica con anticipación: Ahorrar al menos para cubrir los gastos de 6 meses es fundamental. Si uno de ustedes dejará de trabajar, este fondo debería incrementarse a 12 meses, ya que la pérdida de empleo puede ocurrir de manera repentina.

3. Evalúa el aporte financiero del miembro que se quedará en casa: Considera todos los ingresos, como bonos, décimo tercer sueldo, viáticos, y beneficios en especie. También toma en cuenta las deducciones (Seguro Social, impuestos, seguro educativo, etc.) para obtener un número preciso antes de realizar cualquier decisión.

4. Determina los gastos que ya no serán necesarios si uno de los dos se queda en casa:  Modifica el presupuesto para reflejar los cambios en rubros como guardería, transporte del que se queda en casa, ropa de trabajo, lavandería, almuerzos y otros gastos que ya no serán relevantes.

5. Identifica áreas donde se pueda ahorrar: Examina detenidamente el presupuesto familiar, considerando opciones como refinanciar la hipoteca, ajustar planes de celular y cable, ahorrar en la factura de la luz, reevaluar actividades extracurriculares de los niños, obtener mejores planes de seguro, entre otros.

6. Contempla la posibilidad de mudarte a una vivienda más asequible: Aunque pueda ser difícil encontrar opciones económicas y atractivas en el mercado inmobiliario local, vale la pena considerarlo. Incluso podrías alquilar tu residencia actual y mudarte a un lugar más económico, contribuyendo así al presupuesto. 

7. Asegura la cobertura médica: Asegúrate de que la persona que se queda en casa esté incluida como beneficiaria en las pólizas de salud y en la Caja del Seguro Social del cónyuge que trabaja.

8. No dejes de ahorrar/invertir: Aunque el nivel de comodidades pueda reducirse, es esencial seguir ahorrando mensualmente. Las emergencias suceden. Debes buscar el banco que te de mejor rendimiento y no dejes de considerar un plan de jubilación privado que aunque pagan menos y cobran comisiones altas, tienen un componente fiscal atractivo. 

9. Explora otras opciones: Si, a pesar de los ajustes, no logras cubrir los gastos necesarios, considera empleos desde casa o a tiempo parcial. Habla con tu empleador actual sobre posibles cambios o aumentos salariales.

10. Emprende: El cónyugue que se queda en casa puede emprender y no necesariamente tiene que costar mucho. Te invito a leer mi libro: 

    Guía para emprender sin dinero: Un manual para transformar las excusas en negocios exitosos 

11. Practica: Sugiero simular la vida con un solo ingreso mientras ahorras para un fondo de emergencia. Esto te permitirá experimentar cómo sería la nueva vida financieramente y realizar ajustes necesarios antes de tomar la decisión final.